Comunidades de Propietarios: Normas, Conflictos y Gestión Legal
Las comunidades de propietarios son una realidad cotidiana en Canarias. Ya sea en edificios residenciales, urbanizaciones o complejos turísticos, la convivencia entre vecinos requiere normas claras y responsabilidades compartidas. A lo largo de esta publicación, abordaremos los principales aspectos legales que rigen estas comunidades, los conflictos más habituales y la utilidad de contar con asesoría jurídica cuando surgen situaciones complejas.
¿Qué es una Comunidad de Propietarios y cómo se constituye?
Una comunidad de propietarios es la organización jurídica que agrupa a los titulares de pisos o locales de un inmueble dividido en régimen de propiedad horizontal. La ley establece ciertas reglas para su funcionamiento y su constitución es obligatoria cuando existen elementos comunes, como escaleras, portales, ascensores o zonas ajardinadas.
Requisitos legales para su constitución
- Título constitutivo de la propiedad horizontal, generalmente redactado por un notario.
- Reglamento de régimen interno, donde se establecen las normas de convivencia y uso de elementos comunes.
- Inscripción en el Registro de la Propiedad, si se desea dotar de efectos jurídicos a los acuerdos.
- Obtención del NIF de la comunidad, imprescindible para la gestión económica y tributaria.
Órganos de gobierno
Las comunidades cuentan con una estructura básica:
- Presidencia: representa legalmente a la comunidad.
- Secretaría-Administración: puede ejercerla un vecino o un profesional externo.
- Junta de propietarios: toma las decisiones mediante votación en reuniones ordinarias y extraordinarias.

Conflictos Frecuentes en Comunidades de Propietarios
La convivencia no siempre es sencilla. A menudo surgen desacuerdos que requieren mediación o incluso intervención judicial.
Impago de cuotas comunitarias
El impago de cuotas es uno de los conflictos más comunes. Cada propietario debe contribuir a los gastos comunes según la cuota de participación fijada en el título constitutivo. Cuando no se cumplen estos pagos, el resto de propietarios se ve perjudicado, ya que la comunidad puede quedarse sin fondos para hacer frente a reparaciones, mantenimiento o servicios básicos como la limpieza o la luz en zonas comunes.
Ante esta situación, lo habitual es que se requiera el pago mediante un acuerdo de la Junta. Si no se obtiene respuesta, se puede iniciar un procedimiento monitorio. Este proceso judicial, ágil y eficaz, permite reclamar deudas dinerarias de forma rápida siempre que estén debidamente justificadas mediante certificación del acuerdo adoptado en Junta, el desglose de la deuda y la notificación al propietario moroso. En caso de oposición, el proceso puede derivar en un juicio ordinario.
Es importante que la comunidad actúe de forma ordenada y documentada para evitar nulidades o retrasos. Además, conviene tener en cuenta las costas procesales y los posibles embargos en caso de sentencia favorable.
Uso indebido de zonas comunes
Algunos vecinos hacen un uso privativo de zonas compartidas (patios, azoteas, aparcamientos). Esto puede resolverse a través de la Junta o, si persiste, mediante acciones legales.
Reformas sin consentimiento
Modificar elementos comunes sin autorización está prohibido. En caso de obras no autorizadas, la comunidad puede solicitar su reversión.
Ruidos, molestias y problemas de convivencia
En estos casos, es clave acudir primero a la vía interna (advertencias, actas, acuerdos). Si no hay solución, puede iniciarse una demanda por actividades molestas.
Asesoramiento legal en comunidades: ¿ cuándo es necesario?
Aunque muchas decisiones pueden resolverse internamente, hay situaciones en las que contar con asistencia jurídica resulta conveniente: redacción o revisión de los estatutos, reclamaciones por impago, defensa judicial de acuerdos comunitarios o asesoría en conflictos recurrentes.
Un abogado puede asistir a la comunidad o a vecinos individuales para asegurar el cumplimiento de la normativa, defender derechos o facilitar acuerdos en situaciones de conflicto.
Formar parte de una comunidad de propietarios conlleva derechos, pero también deberes. Conocer el marco legal que regula estas comunidades es esencial para garantizar una convivencia armoniosa y una gestión eficaz. En ocasiones, acudir a asesoría legal especializada puede evitar conflictos mayores y dar seguridad a las decisiones adoptadas por la comunidad.